Las mujeres en la ciencia ocupan sólo el 20 por ciento de los espacios, en el contexto nacional e internacional, rezago que tiene sus orígenes en la historia, puesto que es hasta el siglo XX, cuando comienzan los avances de la mujer en el desarrollo científico, comentó la Astrónoma, Esperanza Carrasco Licea. Quien estuvo en la mesa redonda:“La importancia de la mujer en la ciencia y el desarrollo de Puebla”, en la que participaron investigadoras destacadas en el terreno de la ciencia y la tecnología en Puebla.
Este se llevó a cabo en el auditorio del museo Imagina, como parte de los festejos por los 25 años del CONCYTEP y en el marco del Día Internacional de la Mujer, las participantes coincidieron que si bien, la mujer en la actualidad ha escalado importantes peldaños, aún no logra una igualdad en el reparto del quehacer cotidiano, del cuidado de la familia y de los puestos a los que aspira.
La Astrónoma Esperanza Carrasco Licea, inició su ponencia parafraseando “La mujer que sabe latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”, frase que ubica el pensamiento general acerca del papel de las mujeres en la ciencia, sobre todo en el siglo pasado.
Expuso que el porcentaje de mujeres en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el nivel más alto, no alcanza el 20 por ciento y de 140 astrónomos que existen en el país, sólo el 20 por ciento son mujeres.
Mencionó a la Academia de Ciencias de París, fundada en 1666, como un claro ejemplo de que la historia ha reconocido muy poco las aportaciones de la mujer a la ciencia, al designar a una mujer para su dirección tres siglos después.
Por su parte la Investigadora de la BUAP, Griselda Corro Hernández, aseguró que México necesita estar a la par de otros países y para ello la mujer juega un papel trascendental, pues es capaz de desarrollar sistemas científicos y de responder a todas las preguntas que la ciencia pueda realizar.
Corro Hernández, propuso la ruptura de la imagen patriarcal, pues en la fotografía de la mente existen muchos científicos, hombres, a pesar de la trascendental labor de la mujer en el ámbito científico, y motivó a las jóvenes estudiantes a sumarse al “maravilloso mundo de la ciencia y la tecnología”.
Puso como ejemplo el premio a la mejor tesis doctoral otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias, que es obtenido por mujeres y señaló la necesidad de sumar los cerebros de las mujeres, que pueden contribuir en un 50 por ciento con la fuerza científica y tecnológica de México.
La Física Lilia Meza, aseguró que hombres y mujeres tienen las mismas capacidades para desarrollarse en cualquier área de la ciencia, destacó el hecho de que un número muy pequeño de mujeres se ubiquen en áreas de física.
Concluyó que es necesario cambiar actitudes, programas y apoyos específicos de instituciones y empresas, que permitan mejores condiciones para las investigadoras, y destacó la necesidad de impulsar nuevas políticas gubernamentales, en materia legislativa que favorezcan a la mujer y le permitan acceder a espacios científicos.
Leticia Gamboa Ojeda, académica e investigadora de la BUAP, señaló que, por el contrario en el área de Ciencias Sociales y Humanidades es donde hay un mayor número de investigadoras dedicadas a la literatura, antropología, historia o sociología.
Presentó una justificación histórica del porqué la mujer ha sido rezagada en el plano de la investigación y reconoció que fue a partir del siglo XX, cuando comenzó a tener más participación en la ciencia, porque para entonces se desarrollaron ciencias, se modificaron valores éticos, culturales y familiares, que le han permitido desarrollar sus capacidades.
Exrtraído de:periodicodigital.com.mx/ 7-Marzo-2008/ Cecilia Martinez/Maru.
Este se llevó a cabo en el auditorio del museo Imagina, como parte de los festejos por los 25 años del CONCYTEP y en el marco del Día Internacional de la Mujer, las participantes coincidieron que si bien, la mujer en la actualidad ha escalado importantes peldaños, aún no logra una igualdad en el reparto del quehacer cotidiano, del cuidado de la familia y de los puestos a los que aspira.
La Astrónoma Esperanza Carrasco Licea, inició su ponencia parafraseando “La mujer que sabe latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”, frase que ubica el pensamiento general acerca del papel de las mujeres en la ciencia, sobre todo en el siglo pasado.
Expuso que el porcentaje de mujeres en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el nivel más alto, no alcanza el 20 por ciento y de 140 astrónomos que existen en el país, sólo el 20 por ciento son mujeres.
Mencionó a la Academia de Ciencias de París, fundada en 1666, como un claro ejemplo de que la historia ha reconocido muy poco las aportaciones de la mujer a la ciencia, al designar a una mujer para su dirección tres siglos después.
Por su parte la Investigadora de la BUAP, Griselda Corro Hernández, aseguró que México necesita estar a la par de otros países y para ello la mujer juega un papel trascendental, pues es capaz de desarrollar sistemas científicos y de responder a todas las preguntas que la ciencia pueda realizar.
Corro Hernández, propuso la ruptura de la imagen patriarcal, pues en la fotografía de la mente existen muchos científicos, hombres, a pesar de la trascendental labor de la mujer en el ámbito científico, y motivó a las jóvenes estudiantes a sumarse al “maravilloso mundo de la ciencia y la tecnología”.
Puso como ejemplo el premio a la mejor tesis doctoral otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias, que es obtenido por mujeres y señaló la necesidad de sumar los cerebros de las mujeres, que pueden contribuir en un 50 por ciento con la fuerza científica y tecnológica de México.
La Física Lilia Meza, aseguró que hombres y mujeres tienen las mismas capacidades para desarrollarse en cualquier área de la ciencia, destacó el hecho de que un número muy pequeño de mujeres se ubiquen en áreas de física.
Concluyó que es necesario cambiar actitudes, programas y apoyos específicos de instituciones y empresas, que permitan mejores condiciones para las investigadoras, y destacó la necesidad de impulsar nuevas políticas gubernamentales, en materia legislativa que favorezcan a la mujer y le permitan acceder a espacios científicos.
Leticia Gamboa Ojeda, académica e investigadora de la BUAP, señaló que, por el contrario en el área de Ciencias Sociales y Humanidades es donde hay un mayor número de investigadoras dedicadas a la literatura, antropología, historia o sociología.
Presentó una justificación histórica del porqué la mujer ha sido rezagada en el plano de la investigación y reconoció que fue a partir del siglo XX, cuando comenzó a tener más participación en la ciencia, porque para entonces se desarrollaron ciencias, se modificaron valores éticos, culturales y familiares, que le han permitido desarrollar sus capacidades.
Exrtraído de:periodicodigital.com.mx/ 7-Marzo-2008/ Cecilia Martinez/Maru.
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