Expansion realizó una larga investigación sobre el papel que estan desempeñando las mujeres en los puestos líderes en nuestro país. Se mencionan a grandes muejres que han logrado trascender en su ambito, todas de caracteristicas diferentes pero con algo en común: la necesidad de ser mas.
A continuación se entregara el reporte de Expansión dividido en 5 partes.
Las 50 mujeres mas poderosas de México
Hay dos cosas por las que Ana María siente fascinación: llorar y comprar zapatos. Pero Olabuenaga, la publicista, tampoco puede ocultar la atracción que siente por el poder.
Famosa por haber desarrollado la campaña publicitaria del Palacio de Hieroo, en la agencia Terán TBWA, hace cinco años decidió dejar la empresa.
“La agencia se llama Terán y ése no es mi apellido. Ya no podía llegar más lejos”, pensó y se fue, con la idea de ser la primera mexicana que encabezara una trasnacional.
Así llegó a Noble D’Arcy, de Publicis Groupe (ahora Olabuenaga Chemistri). En su primer día, preguntó cómo iba a entregar los reportes, cuáles eran los lineamientos y los consejos. Su nuevo jefe, Paulo Salles, sólo le dio tres llaves y le explicó: “Ésta es la llave de la agencia, esta otra es la de tu oficina y esta última es la del baño. No creo que tengas más dudas”. El brasileño se marchó después. “Fue un momento de tanta soledad. Entendí al ‘Pípila’, porque sentí una loza encima”, recuerda esta mujer de 46 años, ojos claros y cabello oscuro.
Aunque la soledad de Olabuenaga era metafórica, también dibuja en un trazo la condición de las mujeres en los cargos directivos de las grandes empresas.
Ese vacío que Ana María sintió, se materializa en un estudio que hizo Expansión, el cual revela que las ejecutivas en las 50 empresas más grandes de México ocupan sólo 4% de las direcciones generales, en contraste, en el listado de la revista Fortune, donde representan 38%.
Sólo dos, Louise Goeser, de Ford, y Simona Visztova, de Sam’s Club, tienen el mayor cargo en sus empresas. La primera es estadounidense y la segunda eslovaca.
Sin embargo, en compañías de menor calado, hay más directoras generales. Blanca Treviño, en Softtek; en DHL la ex secretaria de Turismo, Leticia Navarro; María Teresa Arnal en Internet Prodigy, y Sandra Sosa, en Afore Inbursa. Figuran además seis directoras de Finanzas, cargo que en algunas firmas es segundo en importancia.
De los principales cargos directivos de las empresas que están en Bolsa, 15% los ocupan mujeres. Esto incluye puestos como direcciones de finanzas, operaciones, sistemas, recursos humanos, mercadotecnia y relaciones públicas.
Hay avances. Hace cinco años, sólo 9% de los cargos más altos estaban encabezados por una mujer, de acuerdo con Gina Zabludovsky, investigadora de la UNAM. Ella descubrió en un estudio que en 1994 sólo 24% de las compañías tenía al menos a una mujer en cargo directivo y ahora es 47%, según la investigación de Expansión.
Con todo, el ritmo con que escalan las mujeres en el organigrama no concuerda con su avance en las aulas y el trabajo. Hace 30 años ocupaban 19% de los pupitres universitarios y eran 20% de la fuerza laboral. Hoy representan 40% de la matrícula y 35% de la población ocupada, apuntan datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior y el INEGI.
Este ranking determinó el número de ejecutivas en posiciones de mayor importancia en las 300 mayores empresas, y su posición de acuerdo con las ventas de su empresa y la importancia de su cargo.
Aparecen, pues, todas aquellas que están por romper el ‘techo de cristal’, esa barrera invisible creada por convenciones y códigos sociales que inhibe el desarrollo laboral de las mujeres.
Famosa por haber desarrollado la campaña publicitaria del Palacio de Hieroo, en la agencia Terán TBWA, hace cinco años decidió dejar la empresa.
“La agencia se llama Terán y ése no es mi apellido. Ya no podía llegar más lejos”, pensó y se fue, con la idea de ser la primera mexicana que encabezara una trasnacional.
Así llegó a Noble D’Arcy, de Publicis Groupe (ahora Olabuenaga Chemistri). En su primer día, preguntó cómo iba a entregar los reportes, cuáles eran los lineamientos y los consejos. Su nuevo jefe, Paulo Salles, sólo le dio tres llaves y le explicó: “Ésta es la llave de la agencia, esta otra es la de tu oficina y esta última es la del baño. No creo que tengas más dudas”. El brasileño se marchó después. “Fue un momento de tanta soledad. Entendí al ‘Pípila’, porque sentí una loza encima”, recuerda esta mujer de 46 años, ojos claros y cabello oscuro.
Aunque la soledad de Olabuenaga era metafórica, también dibuja en un trazo la condición de las mujeres en los cargos directivos de las grandes empresas.
Ese vacío que Ana María sintió, se materializa en un estudio que hizo Expansión, el cual revela que las ejecutivas en las 50 empresas más grandes de México ocupan sólo 4% de las direcciones generales, en contraste, en el listado de la revista Fortune, donde representan 38%.
Sólo dos, Louise Goeser, de Ford, y Simona Visztova, de Sam’s Club, tienen el mayor cargo en sus empresas. La primera es estadounidense y la segunda eslovaca.
Sin embargo, en compañías de menor calado, hay más directoras generales. Blanca Treviño, en Softtek; en DHL la ex secretaria de Turismo, Leticia Navarro; María Teresa Arnal en Internet Prodigy, y Sandra Sosa, en Afore Inbursa. Figuran además seis directoras de Finanzas, cargo que en algunas firmas es segundo en importancia.
De los principales cargos directivos de las empresas que están en Bolsa, 15% los ocupan mujeres. Esto incluye puestos como direcciones de finanzas, operaciones, sistemas, recursos humanos, mercadotecnia y relaciones públicas.
Hay avances. Hace cinco años, sólo 9% de los cargos más altos estaban encabezados por una mujer, de acuerdo con Gina Zabludovsky, investigadora de la UNAM. Ella descubrió en un estudio que en 1994 sólo 24% de las compañías tenía al menos a una mujer en cargo directivo y ahora es 47%, según la investigación de Expansión.
Con todo, el ritmo con que escalan las mujeres en el organigrama no concuerda con su avance en las aulas y el trabajo. Hace 30 años ocupaban 19% de los pupitres universitarios y eran 20% de la fuerza laboral. Hoy representan 40% de la matrícula y 35% de la población ocupada, apuntan datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior y el INEGI.
Este ranking determinó el número de ejecutivas en posiciones de mayor importancia en las 300 mayores empresas, y su posición de acuerdo con las ventas de su empresa y la importancia de su cargo.
Aparecen, pues, todas aquellas que están por romper el ‘techo de cristal’, esa barrera invisible creada por convenciones y códigos sociales que inhibe el desarrollo laboral de las mujeres.
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