Briam Lem Glez, especialista en liderazgo, escribió este año sobre el liderazgo femenino lo siguiente:
"A menudo se considera que cuando las mujeres llegan a espacios de liderazgo en las empresas, organizaciones, política o en la sociedad, en realidad se vuelven más masculinas que los propios hombres. No obstante, el discurso bajo el cual se han analizado estas posturas deviene de una estructura predominantemente androcéntrica. es decir, se asume que estos espacios son "naturalmente" de los hombres, sin reflexionar que posiblemente las mujeres no habían desarrollado estas características porque precisamente, no se había presentado la oportunidad histórica para que accedieran a los mismos."
Seguramente a muchas mujeres les ha funcionado adaptarse al perfil masculino, como menciona Ana María Olabuenaga: "en un mundo de hombres hay que pensar y actuar como hombres". Sin embargo, no es el único camino al éxito, como bien menciona Briam Lem Glez.
"A menudo se considera que cuando las mujeres llegan a espacios de liderazgo en las empresas, organizaciones, política o en la sociedad, en realidad se vuelven más masculinas que los propios hombres. No obstante, el discurso bajo el cual se han analizado estas posturas deviene de una estructura predominantemente androcéntrica. es decir, se asume que estos espacios son "naturalmente" de los hombres, sin reflexionar que posiblemente las mujeres no habían desarrollado estas características porque precisamente, no se había presentado la oportunidad histórica para que accedieran a los mismos."
Seguramente a muchas mujeres les ha funcionado adaptarse al perfil masculino, como menciona Ana María Olabuenaga: "en un mundo de hombres hay que pensar y actuar como hombres". Sin embargo, no es el único camino al éxito, como bien menciona Briam Lem Glez.
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